Mundo Motor
La alineación y el balanceo son dos servicios importantes para mantener en óptimas condiciones las llantas de un vehículo. La alineación consiste en ajustar las llantas de un vehículo para que miren hacia el frente, es decir, los neumáticos de tu auto deben quedar paralelos entre sí y perpendiculares al camino. Esto se hace para evitar que el volante se desvíe hacia un lado o que no regrese a su posición original después de girarlo, lo cual puede generar un desgaste irregular.

Por otro lado, el balanceo es un procedimiento por medio del cual se ajustan los pesos de una llanta y su rin para mantener un equilibrio correcto entre ambos. Con pocas palabras, es el servicio en el que se distribuyen uniformemente el peso entre las llantas y los rines. Cuando no se realiza el balanceo, se corre el peligro de perder miles de kilómetros de vida útil. Existen dos tipos de balanceo: el estático y el dinámico. En el primero, se colocan pequeños pesos en el rin para conseguir dicha estabilidad; y en el segundo, por el contrario, se toma en cuenta el peso de la llanta para realizar el ajuste correspondiente. Sabrás cuándo hay que balancear tus llantas cuando el volante de tu auto empiece a vibrar o este último genere ruidos al circular a ciertas velocidades.